LA GENTE SE PREGUNTA, Y ESAS QUIENES SON?, SOMOS ADELITAS DE LOPEZ OBRADOR!!!

PORRA ADELITAS

viernes, 16 de octubre de 2015

sábado, 20 de marzo de 2010

Se mantiene la defensa del petróleo ante el intento de la derecha para privatizarlo, sostiene López Obrador

Colotán, Jalisco
Jueves 18 de marzo de 2010
El energético lo recuperó en 1938 el general Cárdenas del Río para beneficio de los mexicanos, precisa
Deplora el deterioro deliberado en que se encuentra el sector petrolero y la explotación irracional del recurso
Desde hace 30 años no se construyen refinerías para dejar de importar el 45% del consumo nacional de gasolinas, subraya Al conmemorarse el 72 aniversario de la expropiación de la industria petrolera, Andrés Manuel López Obrador se comprometió a mantener la defensa del energético y luchar para evitar que la mafia del poder prosiga con su intento de entregar el sector a particulares tanto nacionales como extranjeros.“Hoy al conmemorarse un aniversario más de la expropiación petrolera, hacemos el compromiso de seguir defendiendo al petróleo”, puntualizó ante los integrantes de los comités municipales del Gobierno Legítimo de México en la región norte de Jalisco.Recordó que el presidente Lázaro Cárdenas del Río tomó en 1938 una decisión importante al recuperar el petróleo para la Nación, que estaba en manos de compañías extranjeras.Ahora, prosiguió, desgraciadamente, por la ambición de unos cuantos la industria petrolera se ha deteriorado y se ha dado una explotación irracional de ese recursos propiedad de la Nación.Acompañado por el diputado federal Enrique Ibarra, el presidente legítimo de México señaló que los gobiernos neoliberales del PRI y del PAN sólo han autorizado la exportación del producto, en vez de darle prioridad a la industrialización del petróleo.Además, explicó desde hace 30 años no se ha construido una nueva refinería para dejar de importar el 45 por ciento de las gasolinas que consumen a nivel nacional, porque la corrupción y el negocio están detrás de dicha operación.También reiteró su compromiso de seguir luchando para evitar la privatización de la industria eléctrica, porque “debemos entregar buenas cuentas a las nuevas generaciones”.Durante la reunión de evaluación de los comités municipales del Gobierno Legítimo de México en la región de Colotlán, llamó a la gente a luchar por un cambio en la vida pública del país y sostuvo que a los 400 grandes empresarios y banqueros del país no les afecta la actual crisis económica y para muestra está, de acuerdo a la revista Forbes, el empresario mexicano Carlos Slim como el hombre más rico del mundo.En 2009, detalló, Slim tenía una fortuna calculada en 35 mil millones de dólares y para este año su patrimonio creció a 53 mil millones, es decir la crisis le dejó una ganancia de 20 mil millones de dólares.Por esa razón “no esperemos que la transformación del país se dé desde arriba, en las cúpulas. La única alternativa es que el cambio se de desde abajo”, manifestó.Pidió a los integrantes de los comités municipales llevar a cabo tres tareas importantes para lograr el cambio en México: primero, formar una red de comités en comunidades, pueblos, barrios y colonias.Segundo, enumeró, inscribir a más representantes del Gobierno Legítimo de México. Actualmente hay 2 millones 400 mil personas inscritas, que confían en el Movimiento por la Transformación del país.Como tercer punto pidió repartir, casa por casa, el periódico Regeneración, que lleva dicho nombre para rendir un homenaje a los liberales Flores Magón, que lucharon en contra del régimen porfirista y porque México requiere una regeneración para despertar las conciencias del pueblo.Actualmente, explicó, la mafia del poder y del dinero no domina con la fuerza bruta, sino que ejerce un control sobre la mayoría de los medios de comunicación e informó que el 75 por ciento de la gente se informa por la televisión, el 10 por ciento por los periódicos y 2 por ciento por internet.“El 75 por ciento de los mexicanos se forma una idea a partir de la información que maneja la televisión y por ejemplo Televisa tiene como dueños a integrantes de la banda de los 30, entre quienes están Germán Larrea, quien desconoce los derechos de los trabajadores de Cananea, y el banquero Roberto Hernández que vendió Banamex y no pagó ni un centavo por concepto de impuestos, entre otros”, abundó.En otro tema, Andrés Manuel López Obrador puso en claro que México padece altos niveles de inseguridad y de violencia, porque desde hace más de 27 años no hay crecimiento económico, hay una crisis de bienestar social.“Cómo no va a haber inseguridad y violencia, si el año pasado México fue la novena peor economía del mundo”, subrayó al precisar que “en ninguna parte del mundo hay tantos asesinatos como sucede en el país y esto no se va a resolver si no hay un verdadero cambio”.Para disipar dudas, el presidente legítimo de los mexicanos reiteró su rechazó a las alianzas del PRD, PT y Convergencia con el PRI y el PAN, por considerar que éstos últimos están al servicio de la elite del poder político.En la jornada de este día, López Obrador informó que el domingo 21 de marzo se realizará una asamblea informativa en el Hemiciclo a Juárez, para informar a la gente sobre la situación del país, pero también para darle aliento a la gente de que sí se puede salvar a México.Para mañana, se reunirá con los integrantes de los comités municipales en Puerto Vallarta, Autlán y Ciudad Guzmán, Jalisco.
Fuente: Gobierno LegitimoTomado de MJJCC::Democracia Ya, Patria Para Todos. Apoyando al Lic. Andrés Manuel López Obrador

martes, 19 de agosto de 2008

Crisis nacional de Seguridad Publica

Desfiladero
Jaime Avilés jamastu.com.mx@gmail.com
■ Seguridad pública: es urgente un cambio de política y de políticos
México vive una crisis nacional de seguridad pública y la sociedad, llena de angustia, se pregunta por qué, pero nadie le responde: la ultraderecha, la derecha y los levantacejas culpan de todo a Marcelo Ebrard (¿incluso de los muertos en Culiacán, Iguala, Torreón o Ciudad Juárez?), porque el jefe de Gobierno se niega a reconocer como presidente a Felipe Calderón; los intelectuales, por su parte, prefieren guardar silencio (hay que ver de qué hablan sus revistas exquisitas); los empresarios se niegan a llamar a las cosas por su nombre (la devolución multimillonaria de impuestos que reciben, los fabulosos negocios petroleros que tienen en puerta, los alientan a soportar el castigo), mientras la izquierda especula, cautelosa, pero no acierta a alzar la voz.
¿Qué está pasando en México? Desfiladero arriesga dos hipótesis. Una: Calderón está administrando el terror en altas dosis para encubrir la privatización de la industria petrolera, que espera consumar en septiembre, mes de la patria, antes de proclamar la intervención político-militar de Estados Unidos a través de la Iniciativa Mérida, que hará más títere y más débil aún a su espurio gobierno.
Si esta percepción es incorrecta (a estas alturas ya nadie cree a Calderón capaz de nada, mucho menos de una sofisticación tan perversa), cabe entonces otra lectura: el Estado ha desaparecido en buena parte del territorio (léase, al menos en Chihuahua, Sinaloa, Durango, Michoacán, Nuevo León, Tabasco) y la gobernabilidad ha sido remplazada por la barbarie del caos. Por lo tanto, no cabe esperar sino que todo empeore, hasta que Estados Unidos retome el control (o lo intente), luego del traspaso de Petróleos Mexicanos (Pemex) a particulares.
Si el principal derivado del petróleo es la guerra, como bien decía el gran Fontanarrosa, y si la guerra significa muerte, devastación, odio, sicosis, miseria y ruina total, entonces los privatizadores de Pemex (los de adentro y los de afuera) nos han traído esta supuesta lucha “contra” el narcotráfico, que en realidad es una guerra contra la sociedad civil, contra sus formas de convivencia, contra sus elementales normas de deliberación democrática y sus aspiraciones de cambio profundo y verdadero.
Tenemos que decir ya basta, pero no como la oligarquía histérica que hoy pide más retenes militares, más policías y más penas de cárcel, en pocas palabras más de lo mismo, más de lo que no ha servido absolutamente para nada, cuando al contrario, es el momento de exigir un cambio radical de política y de políticos.
Ante una crisis como la que estamos viviendo, un gobernante sensible destituiría de inmediato al secretario de Gobernación, al secretario de Seguridad Pública, al procurador general de la República y a los responsables de certificar la licitud de los recursos financieros en Hacienda. Eso es lo mínimo que en estos momentos esperaría el pueblo, en lugar de la ociosa “cumbre” del jueves entrante, en la que Calderón propondrá medidas más “enérgicas”, para ganar tiempo hacia la privatización de Pemex y la intervención estadunidense.
Un cambio radical de política en materia de seguridad pública exige atacar la base financiera del crimen organizado, como se han cansado de repetir los expertos de Naciones Unidas, y como incluso lo señaló el domingo pasado en Villahermosa, desde el interior del panismo, Santiago Creel: “el dinero del narco no anda viajando en maletas por todo el país, está depositado en los bancos”. Al día siguiente de esa declaración, el Departamento de Estado afirmó en Washington que de 2003 a la fecha los cárteles han repatriado de Estados Unidos a México 22 mil millones de dólares.
Y al día siguiente de esa revelación surgió otra: la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda “no presentó, en el primer semestre de 2008, un solo reporte de lavado de dinero”, luego de haber detectado, en 2007, mil 478 operaciones de ese tipo. ¿Qué dijo al respecto Calderón? Nada. ¿Y Mouriño? Nada. ¿Y la SSP y la PGR? Nada. ¿Y los levantacejas? ¿Y los empresarios? ¿Y la izquierda?
En lo que va del año en Tabasco se han conocido poco menos de 60 secuestros (los desconocidos son muchos más). ¿Cuántas veces ha ido Juan Camilo Mouriño a supervisar las tareas de seguridad pública en aquella entidad? Las revistas de sociales se limitan a retratarlo en bodas, banquetes y bares de Polanco, donde suele rematar sus “agotadoras” jornadas de trabajo cantando hasta el amanecer. Si hubiera ido a Tabasco sabría que en Jonuta, por ejemplo, hay 120 policías municipales y un arsenal de siete rifles de alto poder (que datan de 1994), para cada uno de los cuales hay 40 balas que no se han utilizado en todo el sexenio por órdenes de arriba. Mouriño no es sólo el emblema de la impunidad sino de la desidia que beneficia a quienes apuestan a que todo se pudra para fortalecerse con el apoyo estadunidense.
Pero la desaparición del gobierno, en todo sentido, va más lejos. Ayer, en Monterrey, el kilo de tortilla subió de 8 pesos a 9.50. Sin embargo, lo que aterra a quienes tienen restaurantes en aquella región es el aumento del gas natural, debido a las nuevas tarifas que en Nuevo León y Coahuila se aplican desde el primero de agosto. Un taquero que hasta julio pagaba 4 mil pesos mensuales por ese combustible, calcula que ahora le cobrarán 9 mil.
Hoy por hoy, 4 millones de regios usan gas natural porque éste era mucho más barato que el gas butano, que se consume en el resto del país, hasta que hace algunas semanas, de repente, la empresa española Gas Natural, filial de Repsol, que lo distribuye, decidió equiparar sus tarifas con las de Texas, lo que provocó un incremento que tal vez obligará a cerrar incontables negocios. Ante tal peligro, los neoleoneses confiaban en que su gobernador, Natividad González Parás, además de reprimir con crueldad a los que se oponen a la destrucción del Cerro de la Silla, los defendería como les prometió. Para su desconsuelo, el funcionario prefirió viajar a Los Angeles a retratarse, disfrazado de Terminator como otros políticos, junto a Arnold Schwarzenegger.
La semana próxima será la consulta ciudadana en los estados del norte. ¿En Saltillo saldrán a votar las víctimas de Aguas de Barcelona, empresa también española que los mata de sed? ¿Y qué harán los usuarios de Gas Natural en el resto de Nuevo León y Coahuila? El martes que viene, por lo pronto, Andrés Manuel López Obrador conocerá la propuesta de los expertos para la transformación de Pemex, que será difundida el lunes 25, seis días antes de la reunión en todas las plazas públicas de México para decidir el siguiente paso en la lucha.

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El Respeto al Derecho Ajeno es la Paz


El que no vive para servir, no sirve para vivir.

miércoles, 16 de julio de 2008

La entrega del petróleo.¿Quiénes?. ¿Por qué? y ¿Para qué?

LA JORNADA: lunes 30 de junio de 2008 →Adolfo Gilly* La entrega del petróleo: quiénes, por qué, para qué?La reforma energética propuesta por el Poder Ejecutivo ha sido demolida en cada uno de sus puntos y motivos a lo largo de los debates públicos de estas semanas, junto con los argumentos de sus partidarios puestos a defender una falacia. Ha quedado como lo que es: una tentativa de despojo y privatización de la riqueza petrolera mexicana. No tiene caso venir a repetir lo ya dicho. Me basta hacer mías, entre tantas otras, las razones y las pruebas aducidas días atrás por Javier Jiménez Espriú en impecable escrito.En cuanto a la situación de hecho, es la siguiente. Después de 36 años, las grandes empresas del petróleo regresan a Irak. Después de 70 años de la expropiación de 1938, en medio de la actual fiebre especulativa mundial en el mercado petrolero, esas empresas se disponen a regresar a México pasando por encima de la Constitución y de las leyes de esta nación.Pero aquí no hubo, como en Irak, guerra o invasión extranjera. Lo que tuvo lugar es un cambio de mando del Estado. La vieja y exhausta clase dirigente, cuyo modo político de ejercicio y de negociación del mando se encarnaba en el PRI y en sus tratos con el antiguo PAN, ha sido sustituida en el ejercicio del poder por el mando del capital financiero mexicano bajo el amparo de las finanzas internacionales.Este nuevo mando es la encarnación en México del orden social neoliberal mundial –orden social, no modelo económico, pues es un nuevo orden social del capital lo que se expande en el mundo de inicios del siglo XXI.Ese mando todavía no ha encontrado su forma política ideal, su modo de trato y negociación con la nación mexicana y con su pueblo. Está tanteando cómo modelar esa relación, cómo consolidarse y superar la actual fragmentación de los poderes entre los gobernadores, donde cada uno actúa como dueño y señor de su territorio frente al gobierno central y a sus propios gobernados. Hasta don Porfirio se escandalizaría si viera este espectáculo...*El mando del capital financiero necesita encontrar, unificar y legitimar sus formas políticas y está resuelto a lograrlo. Por eso el desmantelamiento de los pilares de la Constitución, malamente disfrazado de leyes reglamentarias. Otros gobiernos antes fueron desmantelando a Pemex durante décadas para dejarla a punto de privatización, como aquí mismo lo han documentado técnicos y especialistas. Pero para consolidarse, y no sólo para hacer negocios, este nuevo mando necesita ahora desmantelar además el patrimonio nacional entero, pues la forma de existencia de ese capital al cual representa consiste en penetrar capilarmente en todos los poros de las relaciones económicas, sociales, políticas, culturales e imaginarias de la nación, y en las de ésta con el territorio y la naturaleza.Esta mutación financiera del poder mexicano tiene su actual representante en el gobierno de Felipe Calderón y Agustín Carstens, avalado en 2006 sólo por un tercio de los votantes en un proceso electoral por demás tenebroso.No estamos, pues, ante un mando estabilizado con un partido histórico en el gobierno. Tampoco se trata de una vulgar mafia movida sólo por afanes de corrupción, como suele argumentarse en su contra. Estamos, por el contrario, ante un verdadero y real grupo dirigente de advenedizos que a sus espaldas tienen el poder de las finanzas y el monopolio televisivo. Lo encabeza la dupla Calderón-Carstens. No se les detendrá con calificativos ni con insultos que apenas sirven como desahogo.Este grupo dirigente está llevando al país a una aventura que atenta contra los fundamentos históricos, culturales, económicos y jurídicos de esta comunidad nacional verdadera e ilusoria que se llama México, para consolidar en cambio el orden social y político de la nueva riqueza financiera en ostentosa e incontenible expansión desde la década de 1990.De esto y nada menos es de lo que se trata.Pero una nación no es un montón de gente viviendo sobre un territorio. Es una comunidad humana, tanto real como imaginaria, con un pasado y una cultura comunes, con intereses compartidos y conflictos de intereses, en la cual leyes escritas y no escritas regulan las relaciones y las vidas. Lo primero se llama historia; lo segundo, economía; lo tercero, política y estatuto jurídico.En tales premisas se sustentó la expropiación de 1938 con sus amarres constitucionales y legales. El petróleo no es en México una simple propiedad. Es un patrimonio de la nación y de su pueblo. No es mineral inerte, es herencia común y es trabajo objetivado y acumulado por generaciones. Todo eso es ignorado por la propuesta privatizadora de Felipe Calderón y Agustín Carstens.El discurso de los expropiadores de 1938, los generales Lázaro Cárdenas y Francisco J. Múgica, fue un discurso de soberanía, un discurso de legalidad y un discurso de trabajo. Se lo puede encontrar tal cual en los Apuntes del presidente Cárdenas editados por esta universidad.Discurso de soberanía porque, para recuperar el petróleo, ambos generales consideraron y sopesaron la coyuntura internacional y concluyeron, con razón y con pericia, que las grandes potencias estaban por entrar en una guerra mundial y no podrían defender hasta el fin a sus compañías en México. Tendrían que negociar y así lo hicieron, Estados Unidos el primero pues era quien, en caso de guerra, mayor valor estratégico concedía a ese mineral contiguo. El discurso de soberanía era así, además, un discurso geoestratégico. Ambos están ausentes en la propuesta del Poder Ejecutivo.Discurso de legalidad porque el presidente Cárdenas sustentó la medida expropiatoria por un lado en la rebeldía de las compañías petroleras ante un laudo de la Suprema Corte, con lo cual desafiaban la ley de la nación; por el otro, en el dominio eminente de ésta, heredado de la Corona española, sobre el suelo, el subsuelo, los mares y los cielos de su territorio. Contra esa legalidad va la iniciativa del actual gobierno.Discurso de trabajo porque la recuperación del petróleo se apoyó en una movilización nacional, antecedida y preparada por un reparto agrario sin precedentes y articulada en torno a la organización y la movilización de los trabajadores de la industria petrolera y de su sindicato. Trabajadores de la industria y sindicato siguen existiendo. Pero están hoy ausentes de estos debates y al sindicato lo controla una burocracia corrompida, cliente y cómplice de cada gobierno en turno.La ausencia de todo discurso del trabajo, el silencio y la exclusión de los trabajadores y sus organizaciones, es el indicio ominoso de que esta proyectada entrega forma parte del asalto general del capital financiero contra el trabajo, rasgo definitorio del nuevo orden social global. Este es, empero, un tema mucho más vasto a ser abordado en otras sedes.Con creces se ha demostrado en estas semanas que la premura tecnológica y la premura económica son añagazas, así como se ha probado que es simple chantaje la amenaza de que, si no se privatiza Pemex, no habrá recursos para educación, salud y el supuesto "combate a la pobreza". Una reforma fiscal que hiciera pagar a las grandes fortunas los impuestos normales en los países democráticos daría los recursos y liberaría a Pemex de la exacción actual por parte del Estado.*La iniciativa privatizadora Calderón-Carstens tiene otro sesgo amenazante. El patrimonio petrolero es parte de cualquier política de soberanía y seguridad nacional frente a potencias externas y sus gobiernos. Esta iniciativa dejaría a México desprotegido y subordinado a la política militar de Estados Unidos y a su plataforma continental de seguridad. Las fuerzas armadas mexicanas quedarían en condición de vasallaje ante el Pentágono, objetivo también de la Iniciativa Mérida.Al hacer depender a esas fuerzas de la tecnología y el armamento de la potencia vecina; al utilizarlas repetidamente contra el pueblo mexicano y sus movimientos, como sucede con creciente gravedad en Chiapas y en la frontera sur; al embarcarlas en la guerra contra el narco, tarea policial por excelencia; al promover que el "turismo" extranjero se vaya apropiando de costas y penínsulas de México, en especial de Baja California, el presente gobierno prepara porvenires funestos para este país.Este es el marco general de su reforma energética. Mañana nos propondrán arrendar Baja California para instalar bases militares de Estados Unidos porque el petróleo ya se enajenó y no hay dinero para salud y educación...La defensa de la nación y de su soberanía requiere además el cese de la violencia interna. Por un lado, es urgente reconocer los derechos indígenas y así cortar de raíz la guerra interior latente y presente en Chiapas. Por el otro, urge ubicar y definir con precisión los sustentos de la guerra del narco en tanto operación de desestabilización militar del territorio. ¿Quién la apadrina y alimenta, a cuál diseño está sirviendo? No me cuadran los capos y sus fortunas como explicación única y suficiente.*Como tema de esta mesa se nos pregunta acerca de las consecuencias políticas, jurídicas y sociales de la iniciativa oficial de reforma petrolera. Después de lo antes dicho, respondo: en la presente crisis financiera mundial, en vísperas de un posible cambio de dirección política en Estados Unidos, en tiempos de guerras declaradas y no declaradas, cuando el patrimonio petrolero es como nunca un producto estratégico, entregarlo al capital privado es lanzar a la nación mexicana a una aventura política, geopolítica, jurídica y social.Tales consecuencias nos llevarían a un desastre nacional. Habrá que impedirlo por todos los medios necesarios.Ciudad Universitaria, México, 27 junio 2008 * Texto presentado en el Debate Universitario sobre la Reforma Energética, Centro Cultural Universitario, Tlatelolco, Mesa 21, "Consecuencias políticas, jurídicas y sociales de la reforma petrolera", 27 junio 2008.

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